El educador mediocre habla.
El buen educador explica.
El educador superior demuestra.
El gran educador inspira.
William Arthur Ward
Hace unos veinte años estaba haciendo las observaciones y prácticas como estudiante de la carrera Magisterio Especializado en Educación de Adultos en una escuela en el sur del Gran Buenos Aires. En el primer curso al que tuve que observar, una maestra daba clases de lengua a un grupo de adultos que intentaban escribir oraciones a partir de un tema propuesto, mientras otro grupo de alumnos molestaba continuamente, y algunos jóvenes demostraban sin ningún reparo su disgusto por estar allí. La docente se preocupaba por aquellos que sí querían aprender y se mostraba nerviosa e impotente ante el grupo cuya disciplina y atención parecían estar fuera de su alcance.
En cambio, el segundo curso al que tuve que observar estaba a cargo de un maestro, de hablar tranquilo y expresión amable, quien recibió a sus alumnos, saludándolos con un apretón de manos a cada uno, e inició su clase preguntándoles: “¿Qué tal el fin de semana?”. Un alumno con una verborragia avasallante comentó lo que era la noticia del momento: habían profanado el cuerpo del ex presidente argentino Juan Domingo Perón, cortándole ambas manos. El tema dio para todo tipo de comentarios, bromas y expresiones de humor negro por parte del resto del alumnado. Pasados unos minutos, después de que la mayoría de los estudiantes había expresado su opinión, el docente tomó la palabra pero, lejos de censurar lo dicho, hábilmente llevó la conversación hacia una clase magistral sobre el sistema circulatorio primero, y sobre el período de la historia argentina en el cual Perón fue protagonista (desde 1940 aproximadamente hasta la actualidad). Los alumnos siguieron la clase atentamente, opinando sobre algunos aspectos que ellos conocían o preguntando lo que no sabían.
Lejos de haber tenido esos contenidos planificados para ese día puntual, ese maestro se valió de sus conocimientos generales y del interés demostrado por sus alumnos en un tema para iniciar un proyecto de trabajo, que, según nos comentó después, duraría al menos un par de semanas en las cuales trabajarían contenidos de todas las asignaturas, tomando como disparador la noticia comentada.
Obviamente el clima de la segunda clase observada era de interés y de aprendizaje significativo, sin episodios de tensión o indisciplina. Ambos cursos pertenecían a la misma institución educativa, con alumnos de similares edades, mismo nivel sociocultural e intereses. ¿Qué factor marcó la diferencia? El docente, su enfoque de enseñanza y la metodología empleada .
La idea de escribir este libro surgió a partir del Concurso de Experiencias Educativas Innovadoras realizado en el marco del I Congreso Internacional de Liderazgo, Creatividad y Nuevas Tendencias en Aula organizado por ABS International en noviembre de 2006 en la ciudad de Buenos Aires. Los proyectos presentados a modo de ejemplo en el Anexo de este libro provienen de ese concurso y fueron desarrollados por docentes pertenecientes a escuelas –en su mayoría públicas– de diferentes latitudes de nuestro país. Fueron premiados por un jurado de destacados profesionales, quienes evaluaron la creatividad, la originalidad y la utilización de metodologías y de enfoques didácticos innovadores en las experiencias presentadas.
Una escuela que enseñe a pensar ha sido y es un desafío para los educadores de todos los tiempos. El aprendizaje basado en proyectos estimula y desarrolla el pensamiento creativo para resolver problemas que no admiten soluciones simples, únicas y predeterminadas. Además, esta metodología desarrolla capacidades para investigar, trabajar en equipo, reflexionar y adaptarse a los cambios.
Que los estudiantes se muestren motivados y que disfruten del aprendizaje es un desafío para cualquier docente, y lograr que el personal de una institución trabaje en equipo, con compromiso, con pasión y con alegría es un reto aún mayor para los directivos que apuntan hacia la excelencia educativa.
¿Cómo lograr ambas metas? Sin duda, uno de los caminos es planificar proyectos creativos.
En este libro, docentes y directivos encontrarán propuestas, estrategias útiles y respuestas a preguntas como:
• ¿En qué consiste el aprendizaje basado en proyectos?
• ¿Cuáles son sus beneficios?
• ¿Es necesario seguir un modelo de planificación?
• ¿Cuáles son los pasos claves para desarrollar proyectos creativos y exitosos?
Con esta publicación se espera contribuir al conocimiento de herramientas teóricas y prácticas relativas a la planificación de proyectos creativos. El lector encontrará en ella un marco teórico y variados ejemplos de proyectos para realizar en el aula o en la institución.
El libro va dirigido, entonces, a todos los docentes y miembros de equipos directivos tanto de instituciones educativas como de ONGs,interesados en indagar sobre este innovador enfoque, que privilegia lo creativo, lo práctico y lo reflexivo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
